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Tres o cuatro restaurantes son los que en Zaragoza entran en este círculo de diseño y vanguardia. Novodabo, Borago, La Bal D’onsera(1 estrella Michelin), uhm…La Senda, y si alguien quiere, puede añadir más, por mi parte… no los hay.
Novodabo, apuesta arriesgada, situando un restaurante basado en la creación y la alta cocina en el distrito universidad, en una construcción de dos alturas situada cerca del estadio de la Romareda. Ese es el primer riesgo, no situarlo en el centro de la ciudad. Desde que entras te impregnas de la clase, la tranquilidad y el saber estar en la cocina que en esta casa rezuma. Entras. Te reciben con profesionalidad. Subes las escaleras y te conducen a una de las 7 u 8 mesas con una separación suficiente y necesaria entre ellas. La decoración, minimalista: mesas, manteles, vajilla ,todo impoluto, y todo en blanco sobre negro.
El trato es sólo correcto para un sitio de esta clase, ya que estuvimos 4 personas, el lugar estaba semi-vacío y aún así, cuando nos servían un plato, las camareras daban un aspecto de “cansadas” al explicarte los platos, cierta desidia.Esos platos, al ser novedosos, merecían y requerían mayor introducción al comensal. Es el único “pero” a un gran festín para los sentidos.
Estuvimos muy a gusto, y seleccionamos un menú degustación, compuesto por:
- Carpaccio de pulpo con patata confitada y trufa: tiritas muy finas de pulpo y muy tierno.Quizás, demasiado fino para sacarle el sabor. Una nueva manera de comer pulpo.
- Chipirones encebollados, tinta y vizcaína: Eso si son unos chipirones, un sabor muy equilibrado y sensación de haber sido cocinados con mucho mimo.
- Migas a la pastora “puestas al día”: llama la atención el diseño, en forma de bloc, y con trocitos de chorizo también. Es lo que puede llamarse “deconstrucción” o reconstrucción” o “redesconstrucción”.
- Revuelto en copa, setas, patata y trufa : sinceramente increíble. Esto si que es una copa. Textura excelente a la que ayuda la patata, como una crema, y perfecta comunión de las setas con la trufa.
- Carré de ternasco, nube de patata , trufa y jugo reducido: empezábamos a estar llenos…”pero” y “aunque” la trufa absorba el resto de sabores, estaba muy tierna la carne.
NO OS QUIERO CONTAR, NI ABURRIR MÁS, pero hay sorpresas a parte en este menú.(2 postres…y alguna cosita más).No es falta de memoria, así tendrá más emoción.
Tomamos 2 botellas de vino para 4: 1 botella Luis Cañas, y otra de un vino Australiano(peor que Luis Cañas) cuyo nombre no recuerdo.
Todo ello, en conjunto con una cerveza que tomamos mientras decidíamos que ibamos a pedir, ascendió a 70 Euros por persona. Ahora, si quereis mi opinión con respecto al precio, podría decir que depende de la capacidad adquisitiva de cada uno, pero tratando de aislar ese aspecto, creo que cobran lo que deben para ser exclusivos, diferenciarse y evitar una atmósfera de “a diario”.
Os animo a visitarlo en alguna ocasión especial. Top 5 Zaragozano, desde mi humilde opinión.
Carta Tradicional:
Carta vanguardista:
Localización:
Coméntalo en una palabra: elegante, innovador, frescura, contrastes,…
increible!!!!
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